Instrucciones para escribir… y no perder la cabeza

Con motivo de celebrarse este año el 40° aniversario de la fundación del Centro de Difusión e Investigación de Literatura Infantil y Juvenil (CEDILIJ), la dibujante y autora de libros ilustrados, Isol, visitó Córdoba. Generosamente, compartió algunas de las ilustraciones que dan vida a sus historias y contó al público presente cómo habían surgido esos dibujos y los textos que los acompañan. Entre esos relatos, se encuentra el de La bella Griselda, una princesa que era tan bella que cuando los príncipes la veían, perdían la cabeza… literalmente.
¿Y si esas frases que decimos cotidianamente se volvieran, de pronto, literales? Con permiso de María Teresa Andruetto y Lilia Lardone, las alumnas de tercer año del Profesorado de Educación Primaria pusieron manos a la obra para escribir siguiendo estas instrucciones:

  1. Piense en una frase que usa cotidianamente en sentido metafórico. Por ejemplo: se borró del mapa, me robó el corazón, soy una tumba, cortala de una vez.
  2. Hágase preguntas sobre el sentido literal de esa frase: ¿Qué pasaría si cada vez que alguien me cuenta un secreto me convierto en una tumba?
  3. Deje volar su imaginación.

Y esto pasó:
“Sin dudas, aquella tarde había sido de terror. Es que tampoco era para tanta expresión. -¡Borrate del mapa!- me dijo. Y menos mal que no fueron malas palabras.
De igual manera me llegó su mensaje. Y acá estoy, como me ves, sentada sobre esta roca… en la luna.” (Tatiana, 3° año PEP)

“«Cortala de una vez» me dijo mi hermano cuando por décima vez le pedí que limpie la cocina (esta vez
le tocaba a él). ¿Cortala de una vez? ¿Qué quiere que corte? Eso, «¿qué querés que corte?» le pregunté.
«Que la cortes con el tema de la limpieza» me contestó.
Pensé de nuevo: «¿qué corto? ¿no quiere que limpie más?» -Pero si le toca a él- me dije. Y en un tono más elevado retruqué: ¿cómo voy a cortar yo si te toca a vos? ¿Qué querés que corte?
Mi hermano ya se notaba bastante nervioso… intención de limpiar la cocina no tenía. Repetí más fuerte
para hacerme notar: ¿qué querés que corte?
Y justo cuando mi hermano juntaba fuerzas para responderme más enérgico, apareció mi papá y dijo (casi gritando): ¡¿la pueden cortar de una vez?!
Los dos quedamos mudos… La cortamos. La cortamos de una vez.
Y yo no supe nunca qué quería mi hermano que yo cortara de una vez.” (Mariela, 3° año PEP)

Se trata de un buen ejercicio para que pensemos, como docentes, de qué formas invitamos a los
alumnos a escribir para que dejen fluir libremente la palabra… sin perder la cabeza.

Material multimedia complementario

Referencias:

  • Andruetto, M. T. y Lardone, L. (2011). El taller de escritura creativa en la escuela, la biblioteca, el
    club. Córdoba: Comunicarte.
  • Isol (2010). La bella Griselda. México: Fondo de Cultura Económica.

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